sábado, 16 de mayo de 2020

El cielo en tu mirada

Todos estos años contigo se me han pasado en un parpadeo.
He sido capaz de ver el cielo en tu mirada
y caerme contigo en tus momentos de duelo.

He aprendido a conocerme gracias a ti
y a tus ganas que le ponías a vivir.

También he detestado y maldecido el tiempo
por no ayudarme a evitar echarte de menos
en todo momento.

He tenido que hacer y deshacer maletas para volver a vernos.
Recorrido kilómetros para poder volver a amanecer a tu lado
sin recurrir a los sueños.

Pero sobretodo en estos años
he escuchado infinidad de canciones
y apuntado lugares que me prometí
volvería a visitar contigo
para refugiarme de la soledad 
e imaginarme un futuro
como el que hoy compartimos.

martes, 28 de abril de 2020

Una tarde de primavera

Todo empezó una tarde de primavera
con la lluvia calando nuestros huesos,
lo que tiempo después
se convirtió en una tormenta de verano
bailando al ritmo de tu pecho
acompañando siempre mis pies de los tuyos
sabiendo que el amor
era una canción que pedía ser bailada por dos.

Un tiempo después
recorrimos Europa:
todo un interrail en nuestras bocas que diría un poeta.

También descubrimos Asia
para luego reconocer 
que nuestro lugar favorito del mundo 
siempre sería nuestra piel.

Lo siento Tarantino,
pero escribimos una historia de amor digna de un Óscar:
Nuestra historia. Nuestra propia historia de amor.

Nunca dudamos ni pusimos en entredicho nuestros sueños
y digo nuestros
porque ahí donde iba el uno 
el otro le seguía con la fuerza del viento.

Coordinados y con un futuro conjunto de la mano.
El triunfo de uno siempre nació 
para ser celebrado por ambos.
Porque el amor tiene ese efecto 
de incrementar la felicidad de tu pareja por dos.


jueves, 16 de abril de 2020

¿Dónde quedaron esos tiempos?

Vernos crecer en casa de nuestros padres,
un fin de semana con nuestros abuelos.
Mentiría si dijese que consigo recordarlo sin echarlo de menos.

Juntarnos un fin de semana
para celebrar que estamos vivos
resume mi plan perfecto para cuando acabe este eterno domingo.

La ausencia de preocupaciones,
disfrutar de la vida sin necesidad de redes donde dar explicaciones.

Los días en el colegio
y nuestras primeras amistades
con quién aún a día de hoy sigo viéndome en los bares.

Un verano en la playa,
el sabor del mar
y un par de postales
que reflejan
el deseo de la eternidad.

Los primeros campamentos fuera de la ciudad,
un símbolo de la infancia y de su ingenuidad
pero también los primeros ápices de la ansiada libertad.

Una canción y otro verano juntos
fue lo que necesitamos para convertirnos en adultos.

Un recuerdo que salta
y que nos hace dudar
de que lo mejor esté por llegar.

Pues lo cierto es
que ahora confinados
todos valoramos más
lo que un día quedó atrás.

viernes, 3 de abril de 2020

Desaliento

¿Quién secará mis lágrimas cuando apremie la noche?
¿Quién me querrá cuando yo no lo haga?
¿Quién me prestará su aliento cuando mis pulmones ya no valgan?
¿Quién me cuidará cuando necesite el cobijo de un abrazo?
¿Quién querrá construir un hogar a partir de mis pedazos?
¿Quién será la calma en mis noches de tempestad?
Dime quién estará conmigo cuando yo ya no sea capaz.

viernes, 27 de marzo de 2020

La respuesta a todas mis incógnitas

No sabría decirte con certeza por qué me enamoré de ti.
Si es por tu boca cuando me besas
o por tu timidez cuando callas
y me dejas muda y sin palabras.
No sabría decirte por qué te amo.
Si es por la miel  de tus labios
o por cómo haces frente a todos tus adversarios
pero es que: ¿quién se puede resistir a esa boca?
si lucho por hacer equilibrismos cada vez que me roza.
No sabría decirte por qué quiero hacer el amor contigo el resto de mi vida.
Si es por una parte concreta de tu cuerpo
o por sentir toda tu piel acariciando la mía.
No sabría escapar de este mundo, amor mío.
Si estuvieses lejos
y tuviese que anclararme al recuerdo.
No sabría nada.
Ni escribir,
ni amar
si no tuviese un hogar:
si no te tuviese a ti.
Y no hablo de tener como quien habla de una pertenencia.
Hablo de nuestra relación refiriéndome a la libertad
porque soy consciente de que ambos nacimos 
con las alas detrás. 
Y aunque nunca estaremos preparados para decirnos adiós
suponiendo eso un final
la felicidad del otro siempre va a ser lo primordial.
Por eso te digo ahora
con la mano en el pecho
que si un día
decides volar
no seré yo
quien te encadene
porque el amor es
anteponer la felicidad de la persona que amas
a tu felicidad.

lunes, 23 de marzo de 2020

Mi deseo para la humanidad

Ojalá dormir con la esperanza de que mañana todo estará bien.
De que más pronto que tarde nos volveremos a ver.
Que esto es solo algo temporal y que saldremos todos juntos y sin contratiempos del hospital.
Ojalá que lo que nos está pasando nos haya ayudado a recapacitar. Que solo juntos sumamos como sociedad.
Que la humildad y la solidaridad son los únicos complementos para llegar hasta el final.
Ojalá cuidemos mucho más y mejor el medio ambiente.
Desaparezca pronto el ego y miremos más a nuestro lado que al espejo que tenemos enfrente.
Ojalá aprendamos a valorar las cosas en su justa medida.
A nuestra familia, pareja, amigos y amigas.
Valoremos también:
La comida recién hecha de nuestra madre.
Un cálido abrazo de nuestro padre.
El beso antes de dormir de tu pareja.
Y nunca nos olvidemos de los que indirectamente nos dieron la vida.
De nuestros mayores a los que no debemos descuidar de llevar flores.
Y mientras tanto aprovechemos este tiempo para meditar. Para escribir y cuando creamos necesario parar porque ahora más que nunca necesitaremos de nuestra salud y nuestra paz mental para continuar.
Este es mi deseo para la humanidad...
Que todos los ojalás se hagan realidad.

lunes, 16 de marzo de 2020

La promesa de un cálido abrazo en tiempo de malos presagios

Escribir a mano.
Hacer videollamada con tus seres más cercanos.
Sentir que los días pasan y no saber cuándo volverás a darles la mano.
Escuchar música sin parar y mover tus caderas mientras un ron se cuela por tu garganta 
tratando de aliviar tanta pena.
Ver el telediario y atosigarte con el exceso de información.
Atragantarte de nuevo con otro vaso de ron.
Días de cuarentena que se comparan con los ya pasados días de guerra.
Días de constante solidaridad. De sumar juntos cada uno desde su ciudad. 
Días también de agradecer. Agradecer a todo el personal sanitario y 
a todos para los que trabajar no es algo voluntario. 
Días que sin lugar a dudas pasarán a la historia y se quedarán grabados en nuestra memoria.


domingo, 1 de marzo de 2020

Incomprendida

Te llaman la incomprendida
por no compartir tus problemas,
por no encontrar un sentido a tus ojeras.

Pero mientras tú sigues sin descubrir
un objetivo que te mantenga despierta
y mucho menos un trabajo que se encargue
de tener tus necesidades cubiertas.

Te llaman la incomprendida
por no compartir tus problemas,
por no encontrar un sentido a tus ojeras.

Por no tener sueños
y  vivir de esperanzas fallidas.
Por no saber lo que quieres
porque ellos entienden 
que vivir es optar
a mucho más de lo que ya tienes.

Te llaman la incomprendida
por no compartir tus problemas,
por no encontrar un sentido a tus ojeras.

Por la pena que escondes
al haber perdido tus amistades
por el camino,
porque al parecer 
hay quien valora más una pantalla
que detener el tiempo 
aguantándose la mirada.

Te llaman la incomprendida 
sin entender que a veces sus palabras 
tienen el mismo impacto que las balas.

jueves, 27 de febrero de 2020

Tempus fugit

Nos aferramos a la idea de que la vida nos brindará otra oportunidad,
en donde poder recular por nuestros errores cometidos
y con un perdón secar las lágrimas del que antes hemos herido.

Pero te diré algo:
Es muy fácil volver después,
lo que no lo es tanto
es saber hacer las cosas bien
desde la primera vez.

Querer a tiempo,
con el corazón al descubierto
y cuidando que tus promesas no se las lleve el viento.

Que después llueven las culpas
y resulta imposible quitar la pena,
pues la Mona Lisa habrá borrado
lo que tiempo atrás fue una sonrisa real y sincera.

Hemos de aprender de una vez por todas
que el tiempo es aquí y ahora
y que después no habrá otra oportunidad
para vivir la vida que un día llegamos a soñar.

viernes, 7 de febrero de 2020

El amor en tiempos de descuento

Él me enseñó a querer en libertad,
a poder confiar con los ojos cerrados
desde el frío de otra ciudad.

Aprendió a llenarme los días de vida,
a contagiarme su felicidad
sin nunca descuidar la mía.

Me ayudó a soñar,
a tener un objetivo por el que perseverar
y no abandonarlo hasta llegado el final.

Él me hizo ver lo necesario que era el amor
en tiempos de descuento
porque el amor son esas ganas de compartir momentos.

Un sentimiento que lucha por apocar el miedo,
con abrazos y te quieros
y la posibilidad de escribir un futuro en tu cama este febrero.

lunes, 27 de enero de 2020

jueves, 23 de enero de 2020

Saranjé

Estar con alguien es levantarte cada mañana con un motivo.
Es ser feliz por dos.
Estar con alguien es hacer que los problemas pesen menos que las alegrías.
Es aparcar el orgullo a un lado.
Estar con alguien es romper con tus ideales y
a la vez entender que dos opiniones a simple vista muy diferentes
no distan tanto de una común.
Es impulsarte a crecer cada día y a hacerlo juntos.
Estar con alguien es imaginaros en un futuro de la mano.
Un futuro en la misma ciudad o lejos,
con la certeza de que nunca es dónde sino con quién.
Estar con alguien es vivir y compartir vuestro tiempo
haciendo lo que más os guste.
Es cuidar una relación como hiciste el primer día.
Mantener la ilusión y agradecer siempre a la otra persona
que se encargue de hacer lo mismo por ti.
Estar con alguien es muchas cosas pero ante todo es no descuidar nunca
un te quiero, un te echo de menos y un gracias.

El despliegue de unas alas nuevas

No te marches de tu país.
No salgas de tu zona de confort.
No viajes.
No conozcas otra gente.
No lo hagas porque después tendrás que irte de ese lugar.
Lo echarás de menos y
ya no habrá vuelta atrás porque estarás demasiado lejos.
No te vayas lejos porque cambiarás.
Te convertirás en una nueva versión de ti mismo,
en una versión que nadie reconocerá.
No vueles alto porque el aterrizaje será en caída libre
y nadie te asegura salir intacto.



Nuestros fantasmas interiores

Todos tratamos de huir de algo.
De nuestro pasado.
De cómo nos juzgaron sin dejarnos la posibilidad de hacerlo nosotros mismos.
De unos padres que nos ahogaron exigiéndonos demasiado.
De unos profesores que no nos enseñaron a reforzar nuestros valores.
De una pareja que nunca aprendió cómo querernos.
Huimos de todo lo que nos ha hecho convertirnos en quienes somos.
Y es en ese intento por huir de nosotros mismos cuando más nos persiguen nuestros fantasmas interiores.


viernes, 14 de junio de 2019

14.06.19

Menos poesía y más, mucho más amor.

Todo lo que soy contigo

Ojalá seas feliz o al menos lo seas la mitad de lo que yo lo soy contigo.
Ojalá vueles y lo hagas muy alto
Que yo esté preparada para coger el primer avión y brindar contigo.
Ojalá nunca me olvides mientras crezcas pero sobretodo ojalá nunca te descuides a ti.
Ojalá tus intereses no dependan de mi opinión para saber a dónde quieres llegar en la vida.
Ojala te apetezca descansar en mi pecho cuando no estés dispuesto a seguir luchando
Porque espero estar en lo bueno pero espero aún más estar en lo malo.
Ser una estrella fugaz.
Ese deseo que pidas cada noche
Y que te acompañe cada día.
Tu canción en bucle.
El poema que repitas cuando te pregunten lo que es para ti el querer. 
Ojalá llegue a ser algún día todo lo que exigías en una pareja.


lunes, 13 de mayo de 2019

Mi vida en tus ojos

Encontrar paz en todo lo que haces. No perder la ilusión.
Quererte a rabiar. Enamorarte de alguien hasta el final. Que sus defectos sean tus fetiches.
Imaginarte una vida entera con esa persona aún sin creer en el matrimonio.
Y cuando el día se tuerza y el dolor pese más que las ganas:
Gritar. Gritar muy fuerte un lunes cualquiera bajo la lluvia. Empaparte el cuerpo de lágrimas.
Y encontrar entonces un abrazo sincero entre la gente. Meterte en una cama con sábanas recién limpias. Hacer el amor toda la noche hasta que tus penas están disueltas y no quede más que un cuerpo cansado y sin preocupaciones.

Así es como yo entiendo la vida.

martes, 5 de marzo de 2019

Todas mis incógnitas

Nunca quise tanto a alguien.
Ni sentí que necesitara a una persona como a ti.
Me vi frágil, indefensa y hasta inexistente cuando mis manos estaban despegadas de las tuyas.
Nunca odié tanto lo que antes me hacía feliz. Aquello que me mantiene alejado de tu cuerpo cada día. El vacío de la cama.
Ni leí como lo hice estos últimos años para anular el tiempo y tu ausencia.
Nunca ansié de una forma desesperada que llegara el fin de semana. Volar hasta tus brazos.
Ni soplé velas deseando que las próximas siguieras estando enfrente.
Puedo prometer desde ahora que nunca me había enamorado. Ni creo que lo vuelva a hacer.
No con esta intensidad. Como si cada vez que te viese volviese a nacer.
Te juro que me aborrezco por no haberme presentado antes en tu vida.
Y a ti también.
Debimos ser más valientes.
Me hicieron falta más de veinte años para despejar todas mis incógnitas.
Para conocerme mejor. Quererme mejor.
Y saber de primera mano que mi vida no vale nada si no la comparto contigo.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Nunca entendí el amor como una puerta a la felicidad sino como una salida a la tristeza.
Tampoco entendí eso de que el amor da alas; no fuera de algo metafórico. Pero es cierto: el amor te lleva lejos, allá donde el egoismo no tiene cabida, ni siquiera los celos, ni nada que nuble tu vida.
Nunca entendí el amor fuera de una dependencia emocional hasta que te quise y supe que nunca me querría igual. Pues el amor no es ninguna dependencia, solo la forma más bonita de estar enredado. Pero sin necesidad de depender de nadie porque, lejos de ser excesivamente romántica, esa persona lleva tiempo dentro de ti.                                            
Y en mis esfuerzos por comprender lo que era el amor supe que nada tenía que ver con entender sino con sentir.

jueves, 25 de octubre de 2018

"Prend ton envol"

Desde que me he ido de casa,
he aprendido a olvidarme de lo que es mi zona de confort porque soy consciente de que estaré en tantos sitios, que por mucho que me duela, en ninguno volveré a sentirme como antes. 
Que conoceré tanta gente, que gran parte de ellos desaparecerán o directamente los tendré que hacer desaparecer de mi vida porque ya no tendrán nada que ver conmigo.
Que sentirse sola nada tiene que ver con pasar tiempo con uno mismo porque uno es voluntario pero el otro no. Salir fuera es aprenderse a conocerse, quererse, valorarse y cuestionarse realmente esa necesidad que a menudo nos imponemos de compañía.
Que el amor son muchas cosas pero sobretodo es frecuencia. Que, mientras las amistades puedes dejarlas aparcadas sin sentir el paso del tiempo, el amor es otra historia. Amar a una persona es hacerle sentir que está en tu vida, y preguntarle por la suya porque te preocupa más que sea feliz que cualquier otra cosa.
Salir es aprender a vivir desde cero, sin miedos, sin ataduras. Es desempolvar tus alas y emprender el vuelo.
Salir es y será siempre una necesidad para sentirme viva.

viernes, 16 de febrero de 2018

Martes 13

Martes 13 
y la vida se encarga de hacerle un guiño a la ironía 
mientras vuelcas tu risa en mis oídos sin lograr evitar otra recaída.
Si pudiera ser sincera conmigo misma por una vez en la vida, 
te diría que los días no han dejado de ser rutina,
una rutina vacía y sin sentido,
pues ningún recuerdo me abraza como lo hacía tu piel en cada latido.
Odio tener que acostarme una noche más, 
con este frío que dejas y por mera inercia :
para descubrir si cuando despierte,
despierta conmigo toda la ciudad por la fuerza que hacía nuestro amor
contra la precariedad de una sociedad
egoísta,
inhumana
e incapaz de amar.

lunes, 29 de enero de 2018

Hasta el próximo parpadeo

Un par de horas para la cuenta regresiva y allí estaba él, con el océano en sus ojos navegando hacia los míos, como si fuera a arrancarme el corazón de un parpadeo y después a atarme sin necesidad de cuerdas a la ciudad de su pelo.
-“Te voy a cuidar pero prométeme que tú lo harás también”; le prometí justo antes de dilapidar toda mi pena en un abrazo eterno; y en ese momento, diría que congelamos el tiempo deseando volver, aún sin haber despegado el avión que me llevó directa al fin del mundo, que está justo allí donde no te puedo ver.
Desde ese día no ha dejado de ser domingo, un domingo frío y lluvioso, donde siempre tengo mis huesos calados por la carencia de abrazos y a nadie que me abrigue pues ya no queda ni una noche de esas, de bohemia ni de ilusión, en las que nos repartíamos el mundo y también el corazón.
Los recuerdos me asaltan todas las noches como balines directos a mi pecho izquierdo y aunque me lo calle, estoy cansada de soñar para poder verte pues como realmente era feliz es estando despierta contigo, sin peajes para colarme entre tus piernas, hacerte el amor en braille y temblar al ritmo de cualquier blues en el paraíso de tu ombligo.
Y aunque todavía hoy me muera de ganas de decirte que te voy a echar de menos, antes me gustaría contarte que nunca huí de ti, únicamente de mi pasado y pese a que discutan asegurando que es lo mismo, yo lo continuaré desmintiendo, diciendo que a mi pasado nunca volvería pero a ti lo haría mil veces aunque tuviera que cruzar todo el universo pues para mi es lo mismo que escalar hacia tu boca en este último verso.

martes, 16 de enero de 2018

Harta

Estoy cansada de escribir todo lo que sangra mi alma al verte,
de ahogarme por la ausencia de oxígeno que desprendía tu boca en las noches a quemarropa.
Me jode tener mi corazón embarrado en la mierda de los celos, en la falta de amor, en la búsqueda de cariño una noche más en cualquier colchón.
Me agota que nos consideren la generación que no quiere relaciones a largo plazo, qué culpa tengo yo de que sus barcos no echaran amarras en tus brazos.
Me incomodan los que fingen estar ocupados todo el tiempo y los que se ponen otra coraza para fingir ser fuertes hasta que llegue el silencio únicamente por mero miedo al desprecio.
Los que buscan que el sexo acompañado de un par de copas de buen vino alimente su vacío
mientras el amor pende de un hilo.
Me gustaría que entendieran que amar es más que desnudar un cuerpo, más que mil orgasmos, que todas las mariposas de la India revoloteando por tu estómago.
Amar es dar esquinazo a todo lo vivido y provocar un seísmo al mezclarse nuestros labios sin razón ni sentido.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Cuestión de vida o (s)uerte

Son las ocho de la tarde de un martes cualquiera,
llevo tu sudadera preferida
y las piernas desnudas que con tu roce flaquean.
Son las ocho de la tarde de un martes cualquiera,
y voy desnuda también por dentro
pero con el corazón en un puño por si te vence el miedo a enamorarte
y vuelas.
Ten claro que yo no quiero ataduras,
sino coserte las fisuras
y borrarte ese dolor que te pudieron haber escrito algunas.
Son las ocho de la tarde de un martes cualquiera,
y me acurruco entre tu pena y el silencio
para besar el ron de tus labios,
pretexto por el que Malasaña debería echar el cierre todos los sábados.
Son las ocho de la tarde de un martes cualquiera,
y tus versos en mi boca parece que queman.
Nos burlamos de los poetas y su flaqueza,
de los cantautores y su melancolía;
Y también nos reímos de la vida,
porque nosotros sin tocarnos ya hacemos poesía.
Son las ocho de la tarde de un martes cualquiera,
y aunque a tu risa se le empiece a quedar pequeño este motel,
te garantizo que si te quedas,
seré tu quimera,
y te cuidaré la piel las siete vidas que nos quedan.
Y aunque aborrezcamos el mundo,
vivir cobrará sentido,
porque de entre todas las direcciones,
ambos escogimos tomar el mismo camino.

viernes, 15 de diciembre de 2017

La libertad iguala al querer

Supongo que es fácil decir que te echo de menos,
como quien se saluda en el metro,
con la mirada,
rápido y sin ruido,
como el día que entraste en mi vida y aceleraste mis cinco sentidos.
Supongo que hasta entonces desconocía lo que era el amor,
una bala incrustada en el pecho
que tortura el alma
pero que dependiendo el momento del disparo,
nos recuerda que a veces morir por alguien, también salva.
Pues cada vez que te miro,
me pregunto
de qué me sirve saberme la cartelera de Callao de memoria,
si me dejan resumir en una imagen la felicidad transitoria,
me quedo con tu mirada cuando te cuento que perderte es la primera en la lista de todas mis fobias.
Sé y no supongo,
que nunca te pediría un tiempo
porque para mi sería lo mismo que desperdiciarlo,
pero si te pido una tarde más:
para besarnos en Trocadero,
pasearnos por Montmatre,
y tirar todos los candados por el Pont Neuf para recordar que el amor nunca ata
sino que da alas.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Vuelve

Vuelve.
Vamos a dejar de echarnos de menos y ven,
que te quiero volver a leer,
en este texto,
en mis manos,
y en la piel,
que es la única forma que se me ocurre de quererte sin querer.
Vuelve pronto y sin argumentos que el tiempo se desgasta sin ti,
y echo de menos soñar desde que no duermes junto a mí.
Vuelve a coserme la vida,
y volemos sin salir de la cama hasta París
cualquiera de las noches que están por venir.
Vuelve que esta lluvia me inunda por dentro,
y yo lo que quiero es hacer primavera contigo para que entiendas
que los días que estamos lejos son solo días perdidos.
Vuelve que se me encoge el corazón cuando el tuyo está a kilómetros,
vuelve mientras dicto otra sentencia a la distancia por poner en tela de jucio,
un nosotros.

domingo, 15 de octubre de 2017

Solo si tú me lo pides

Sé que nuestras alas se están desgastando,
que no soportas la distancia
y aún menos la frontera que separa nuestros labios.
Sé que el frío solo desaparece cuando tus pies rozan los míos,
y también, 
que me gustaría ser aeropuerto para volver en un abrazo a todo lo que vivimos.
Sé que cuentas todas las noches que te quedan por esperarme despierto 
para sumar mañanas conmigo 
y dejar de lado el tiempo. 
Sé que nadie echa más de menos que nosotros,
y que en cada verso de Andrés Suárez,
somos un concierto en vivo aunque mis brazos ya no te sujeten cuando bailes.
Sé que estás cansado de que te escriba en cada mensaje 
lo mucho que te quiero,
cuando lo que pretendes es hacer verano juntos este enero.
Pero sobre todo, 
sé que no necesito nada más que mirarte para estar nadando en las Cíes,
y que seguiré haciéndolo toda mi vida, 
solo si tú me lo pides. 


domingo, 20 de agosto de 2017

Mi tiempo es tuyo

Perdón si a veces no sé decirte lo que siento si no es con poesía,
si respondo a tus "tequieros" con silencios o frases vacías.
Perdón por evitar hacerte promesas,
me resulta imposible responderte cuando tus palabras me besan.
Perdona las mañanas en que dudas de lo que eres para mí,
mi corazón no consigue expresarse cuando imagina verte partir.
Perdona también los días en que sonamos demasiado lejos,
ojalá pudiera yo borrar tu tristeza con alguno de mis versos.
Y por último, perdóna-me por aquellas veces en que recordamos y no vivimos;
se me olvida que la vida dura un instante,
el que estoy contigo.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Dime

Dime qué hay peor que echarte de menos,
que esperar otro invierno hasta volver a perdernos.
Dime qué hay mejor que estar contigo,
que recorrer kilómetros por las carreteras de tu ombligo.
Dime que el amor es un verano de la mano,
mientras miras el mundo a través de mis párpados.
Dime que serás mi vela en cualquier tempestad,
porque sin ti sufro conjuntivitis emocional.
Dime que dispuesto a vivir prefieres hacerlo cerca de mi, 
porque no puedo evitar echarme de menos cuando estoy lejos de ti.

jueves, 20 de julio de 2017

Déjà vu de un corazón

Me gustaba imaginarte encima de mi,
haciendo cosquillas a mi vida para que no dejara de reír
hasta que veía la cama vacía
y entonces entendía que los sueños
son solo un par de aspirinas contra la melancolía.
La realidad fustiga
pues transforma los recuerdos en un puñado de mentiras
aunque nada duele más que verte a ti abrazado a cualquier esquina
mientras yo sigo arrancándome tus espinas.
No quiero oxidarme a base de recuerdos,
tan solo necesito tu cuerpo descongelando este invierno
y tus manos posadas sobre mis heridas
prometiéndome que nadie más hará de esta ciudad,
sus ruinas.

sábado, 15 de julio de 2017

Enero

Eres Troya,
todas las batallas internas que libramos juntos
y las que nos dañan pero acaban en indulto.
Eres la paz que calma la tormenta de mis ojos,
el pluviómetro de mis enojos.
Eres las raíces que me unen, que no atan, a mi ciudad,
las mismas que me impulsan a volar hasta donde tu boca decida descansar.
Eres los pies sobre los que me quedaría a bailar toda la vida
aunque nuestros plantas se desgasten y se cubran de heridas.
Eres enero,
porque es invierno cuando te vas
y además, porque dicen que enero es el mes para soñar
y junto a ti todos mis sueños se han hecho realidad.

viernes, 30 de junio de 2017

Ojalá nosotros

Ojalá vuelvas a cruzar mi cuarto y te quedes a vivir entre mis sueños para siempre.
Ojalá me repitan tus manos que aunque se descuelguen todas las estrellas del cielo nunca dejarán de mirarme de frente.
Ojalá creer que el daño que se hacen nuestras alas se lo llevará con el olvido la corriente.
Ojalá que los “te echo de menos” y los suspiros no abandonen la rutina de nuestras noches de Cupido.
Ojalá no dejar de suponer que antes de querernos teníamos que querer para cerrarnos las heridas sin darnos cuenta de que estas se precipitan tras las despedidas.
Ojalá poder compartir más inviernos en el desván de tu mirar donde nos ayudábamos a evolucionar, que no a cambiar.
Ojalá besarte enero otra vez por primera vez para refrescarte lo que es el querer.
Ojalá continuar en Sanxenxo compartiendo tu risa con la brisa y no olvidar nunca lo que es el mar cuando tus ojos vidriosos iluminaban mi caminar.
Ojalá no seamos más una foto desenfocada donde se recitaba poesía a través de dos bocas cerradas.
Ojalá nos reencontremos las ganas y nos propongamos empezar que yo mientras imagino que aún estás.

domingo, 25 de junio de 2017

No supimos querernos

Han pasado dos abrazos
desde que nuestras almas se han hecho inmutables al rechazo.
Tres versos
desde que entendí que amar
son dos corazones que llegan a un consenso.
Cuatro pasos hacia atrás
desde que tu boca se ahogó en excusas
para hacerme ver sin preámbulos 
que no era más que otra ilusa.
Cinco mensajes
proponiendo esperarte en cualquier parte
donde obviaste lo más importante:
que la espera no es más que otro síntoma absurdo para quererme arrinconar a tu vera.
Siete poesías
donde dibujaba contigo una vida
pero que no riman
desde que nuestra historia
se resume en una fugaz despedida.
Ocho polvos
hasta entender
que el verdadero clímax está en el querer.
Nueve canciones
donde le cantaba a tus párpados
todas mis intenciones;
y una eternidad para recordar 
lo que era vivir...
hasta que decidiste dejar de reír.

domingo, 4 de junio de 2017

Dos cuerpos en una misma piel

Como cuesta hacerle frente al olvido con las "ganas" de Zahara arrojando este corazón al vacío. 
Bailar en otro cuerpo un sábado de madrugada y no comparar las sintonías de su pecho con el tuyo en mi cama.
Como cuesta probar otros defectos e intentar no parar(nos) hasta llegar al portal, donde se fundían nuestros cuerpos en un irrefrenable compás. 
Mirarte y no enamorarme de esos ojos, que a veces más bien parecen legañas, sin ser otra cosa que tristeza acumulada por el tiempo que jugamos a no vernos. 
Como cuesta echar a andar hacia el fondo del mar y no saber cómo volver si no te tengo justo detrás de mi paladar. 
Explicar a los domingos lo que es dependencia emocional cuando no encuentro tus manos entre las mías para poderlo probar. 
Nadar entre la sociedad sin nadie al que ser capaz de gritar que le quiero de verdad,
que una vida sin ti es un Sabina sin princesa,
un Madrid sin poesía,
un poema que no merece la pena acabar. 
Y aunque sé que perderte no asegura mi felicidad,
prefiero mil veces que vueles a tenerte que atar; 
así que dejaré deshelando este dolor cada vez que te vea caminar sobre otros pies, 
que yo seguiré recordando cuando volábamos sobre una misma piel.

lunes, 29 de mayo de 2017

Querido tú:

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El día ya se ha cubierto así que agárrame de la cintura y vamos a ver las estrellas a las afueras de Madrid que así aseguro no evitar mirarte sin sonreír.
Báilame el agua, juega a hacer remolinos con mi pelo durante el viaje pero no desvíes nunca la mirada de la carretera porque no me gustaría que nuestros cuerpos se estrellasen si no es entre ellos mismos.
Conduce tranquilo que estaré cuidándote la piel en cada bache de tu vida y suelta el freno de mano porque el miedo y el amor son como nosotros de incompatibles.
Ámame sin medida pero cuidando no dejarme malherida y hagamos desaparecer la percepción del tiempo en el capó, con Oasis recitando en vivo y en directo para los dos.
Antes de que haya amanecido volvamos a casa para desayunar(nos) juntos sin frenarnos el corazón porque el tiempo vuela si se posa antes sobre tu pelo.
Déjame que te lea a Neruda tumbado en la bañera o léeme tú la boca cuando me acueste entre la espuma y tus piernas que no hay mejor manera de quererse que ante la desnudez de los complejos.
Y mientras el agua captura nuestro reflejo,
quiero que recuerdes siempre que la felicidad
fue ese instante en que nuestros cuerpos abrazaron la eternidad.

martes, 16 de mayo de 2017

Todo lo que eres sin querer

Eres París porque eres la ciudad de la que me he enamorado.
Eres todas las estaciones que conectan tu corazón con el mío.
Eres la brisa que traes de Galicia y la que más tarde suelta tu risa sin escrúpulos.
Eres lo mejor de la Coruña, las ganas que tengo de parecerme a Andrés Suárez algún día.
Eres la magia que desatas cuando caminas por eso de que ambas os escribís con cinco letras.
Eres las manos con las que escribo que no hay poesía más bonita que la de tu cuerpo gimiendo y también eres toda la poesía que no he compartido todavía.
Eres el poema de Mario Benedetti de encima de mi cama y el motivo por el que te dibujo en todas las literas en las que me acuesto.
Eres la botella de cerveza barata que tiré al Cantábrico y el mensaje que nunca leerás por miedo a que me conozcas de verdad y no te guste.
Eres el salvavidas en todos mis mares de dudas y la manera en que consigues que mi miedo se desabroche el cinturón de seguridad.
Eres todos los incendios que sufro cada vez que te muerdes el labio inferior y las cenizas que quedarán cuando vueles lejos de mí, tanto como puedas.
Eres la persona más perfeccionista con la que me he cruzado nunca y la antítesis más bonita que han conocido mis piernas.
Eres las ganas que me despiertan de la cama cada mañana y esa ligera diferencia entre el “y yo” y el “te quiero” que te susurro cada noche.
Y nunca olvides que esto es solo el prólogo de todo lo que eres en mi vida.

martes, 9 de mayo de 2017

Echar(nos) de menos

Echo de menos tus idas y venidas.
Tu afán por desordenarme la habitación y los sentimientos en una poesía.
Echo de menos "la Concha" de San Sebastián y a nosotros,
como dos ríos que buscan desembocar en un mismo mar. 
Las huellas de tus pies guiando las mías a través de la arena mojada.
Echo de menos tus miedos y a mí cuando te los acariciaba.

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Cuando me besabas hasta que me durmiera y cuando te repetía que lo hicieras más lento para no olvidar nunca lo bien que rimaba tu boca con la mía.
Echo de menos cuando me dabas minutos en la armadura de tu pecho donde protegerme de la melancolía.  
También echo de menos ser la chica torpe del sexto de Pucela solo por ti,
para que vieras lo nervioso que se pone un corazón al tener próximo tu cuerpo.
Y aunque intenté hacer autoestop en otros cuerpos, 
te aseguro que tú eras mi parada favorita 
y en la que me habría quedado el resto de mis días
porque ninguna ciudad la colonizaste como mi vida.


lunes, 24 de abril de 2017

Ella

No me hables de amor
si no has tenido la suerte de verla amanecer.
Si no le has visto correr
cualquier lunes arrancándose la tristeza de los ojos cuando iba a la facultad por el camino más largo
porque ella nunca ha sido de acortar el dolor con un par de tragos amargos.
No me hables de amor si no le has oído hablar con esa boca suya que no es sino un bote de mermelada,
el mejor de todo Arroyo.
Si no has querido volverla a escalar desde San Pablo hasta su paladar.
No me hables de amor si te has enamorado de las calles de su "Paraíso"
un sábado con su cuerpo a sobreaviso
pero no lo has hecho un domingo sin prisa
y sin otro maquillaje que su sonrisa.
Si no te has fijado en como le tiemblan las piernas cualquier fin de semana al volver de madrugada
y lo valiente que es,
aun cuando su alma se cubre de hiel.
No me hables de amor si cada vez que paseas por Campo grande
piensas en la primavera y en ella
como si fueran dos sinónimos evaluables.
Si cada miércoles que has ido a los Broadway no has proyectado en la pantalla su mirada sin que tu cuerpo ardiese en llamas.
No me hables de amor si la última vez que fuiste al Calderón no comparaste
la melodía de su risa
con la más dulce de brisas.
Si optaste por tomar una cerveza en Moreras en lugar de escuchar a "la Oreja" recostado sobre el canal de sus piernas.
No me hables de amor si cada vez que paseas por la estación del Norte
no piensas en el viaje que sería compartir con ella todas tus noches.
Ella es Valladolid
y dudo que hoy consigas encontrar
a alguien igual al que poder llamar hogar.



lunes, 3 de abril de 2017

Mátame un primero de abril

Mátame un primero de abril.
Persígueme por el Retiro pero jamás me alcances porque entonces habrá acabado este juego nuestro de jóvenes enamorados.
Empápate en cualquier playa de Galicia y luego ven a secarte en mi cuerpo para no olvidar nunca la salitre de tus besos.
Cuenta conmigo siempre que quieras volar porque te aseguro que nunca te cortaré las alas.
Desnúdate antes de que yo te lo pida, confía en que nunca será demasiado pronto para quitarse la vergüenza de la piel.
No dudes en escribirme aunque haya anochecido pero no te molestes en llamarme porque estaré ocupada hablándoles a todos de las cinco letras con las que se firma la felicidad.
Recuérdame en cada paso hacia Santiago, que espero, sean la mitad de los que tengo que dar hasta el canal de tu espalda.
Y si alguna vez me llegas a querer que no sea porque yo lo he hecho primero: quiéreme la mitad de lo que te quieres a ti, con eso me doy por satisfecha.
Espera. Antes de que te vayas, regálame una botella de champán para brindar por haberte conocido y otra de Rioja para beberme tu ausencia en los días más grises.
Y déjame enmarcar la sonrisa de tu cara, que le pondré un título: cosas que ver antes de morir.

miércoles, 22 de marzo de 2017

"Cuestión de prioridades"

Entre los 194 países del mundo, decidí nacionalizarme del tuyo y ser siempre tu copiloto si decidías viajar a cualquier otro, por lejos que estuviera.
Entre todas las partes del día, me quedé con la noche por esa media luna que se te dibujaba en la cara cuando sonreías después de meses enteros sin vernos.
Entre todas las estaciones del año yo elegí la primavera de tu mirada, el invierno de nuestras noches pegados a la televisión “en modo rollito”, el otoño que nos quedaba para volver a vernos y el verano porque tenía la certeza de que lo pasaría a tu lado.
Entre cualquier mansión del Caribe, te escogí a ti porque eras hogar y nada hay más bonito que alguien que te hace sentir como en casa.
Entre todos los defectos reconocidos me quedé con tu temor porque a mi forma de verlo no era defecto sino el mayor acto de amor sincero hacia alguien.
Entre cualquier kardigan, elegí tus brazos porque eran el abrigo más cálido en la más triste de las noches.
Entre cualquier base de maquillaje, compré un marco de fotos donde colocarnos, porque no había nada que me hiciera estar más guapa que verte a ti pegado a mi costado.
Entre todas las melodías del mundo, escogí la de tu respiración al dormir cualquier sábado que renunciábamos a la fiesta para compensar(nos) el tiempo perdido.
Entre todos los cumpleaños que me quedaban por celebrar, opté por celebrar día a día mi crecimiento personal desde que estaba contigo.
Entre todas las cosas buenas que me diste, lo siento mucho, pero no me gustaría seleccionar una de ellas. Mejor dicho, sí, escogería una, un día más: a ti.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Todo lo que no me gusta de no estar contigo

Odio los lunes pero odio mucho más cualquier otro día de la semana si no son tus brazos los que me despiertan. Odio tu concepto de orden y que me hagas la cama cualquier fin de semana que vengas porque parece que te cueste entender lo poco que van a durar esas sábanas puestas. Y nuestra ropa. Odio San Valentín, los aniversarios y cualquier otra fecha absurda que establezca el Corte Inglés para celebrar (comprar) pero odio infinitamente más perderme un día de estar contigo. Cualquier 14 es una buena excusa para apreciar esas ojeras que se te dibujan en la cara para que me repitas a su vez que no son ojeras, sino ganas de no dormir sin mí. Odio el Skype, whatssap o cualquier otra red social que me trate de conectar contigo; yo únicamente quiero que nos conectemos a cualquier alvia y escapar de tu mano muy lejos de aquí. Quiero que nos quedemos en bancarrota juntos por habernos amado demasiado.
Odio la posesión, la falta de libertad, los brazos que atan. Y espero no llegar a odiar nunca eso de ti porque para entonces nos habríamos perdido. Odio que me mires con ese miedo a que te haga daño porque te juro que llevo escrito en mis labios que se lo haría a todo el mundo menos a ti. Odio que la distancia me robe tus amaneceres, que tenga que imaginar tu sonrisa para así prolongar la mía. Odio que hayamos perdido todos estos años porque he vivido tan solo a medias sin ti.
Por todo esto, espero que recuperemos todo el tiempo perdido y que ya no perdamos más que la dignidad en cualquier calle de nuestro San Sebastián.

jueves, 9 de febrero de 2017

Y tú, ¿eres virgen?

En muchos casos a la gente le da pánico hablar de su virginidad, como si fuera un tema tabú o como si desmintiéndolo, se les excluyera de un colectivo. Todos ellos no son conscientes de que vírgenes no son solo aquellos que no han practicado nunca el sexo. Ser virgen es más, mucho más. Virgen eres tú y el vecino de enfrente, el que folla como nadie. Virgen es el frágil. El que tiene miedo a volver a vivir, a volver a sufrir: a volver a enamorarse. A gritar el mayor de los te quieros en el fondo del océano. A quién le acobarda el compartir su vida con la de alguien. El que se encierra en sí mismo y no disfruta. Todo aquel que construye muros y no puentes. Al que le aterra el qué dirán. El que mide demasiado sus actos y palabras. Quien no puede tomarse un café con la soledad sin hundirse. El que no logra diferenciar la soledad de la ausencia. Y por supuesto, quién no estudia lo que ama. También lo es, el que trabaja por dinero. O por satisfacer a sus padres. El que se levanta cada día sin ninguna motivación. Quien se alimenta del aire que respiran los demás. El abatido. El que lleva consigo el peso de los años. Aquel que cree que sabe demasiado o que vale más que tú: el pedante. Cualquiera que lleve los cascos por la calle por miedo a escucharse a sí mismo. El que no le apasiona viajar ni conocer gente diferente o tiene ese recelo a que le guste demasiado. Quien se ancla en la zona de confort. El que se conforma con unos sucios besos cualquier sábado en un portal. Sin más dilación, el que desconoce el dulzor de tu boca. Virgen en este momento sería cualquiera que no te haya conocido. Virgen era yo hasta hace medio año.
Gracias por desvirgarme de mi ignorancia.

domingo, 15 de enero de 2017

Me gustas conmigo

Me gusta cuando me miras mientras “duermo” y pretendes que no me dé cuenta. 
Cuando finjo cansancio solo para que me abraces fuerte, aún más que en mis sueños.
Me gustas cuando me besas y abres los ojos para comprobar, una vez más, que no los tenía cerrados porque un minuto sin mirarte es una pérdida de tiempo.
Me gustas en tus mejores días y aún más tus peores porque entonces te digo que queda toda la noche para mejorarte, para mejorarnos juntos.
Me gustas cuando me intentas hacer ver que estás solo en este mundo ya que así tengo el gusto de repetirte que yo estoy a tu lado y que lo estaré hasta que decidas echarme de tu cama.
Me gusta sumar momentos contigo y sobre todo inviernos porque de esta manera son algo menos fríos.
Me gusta que seas inspiración ese catorce de cada mes y el resto de los días del año aunque me lo calle el orgullo. 
Me gusta contarte que lo que estudio no es lo mío, que quiero empezar otra cosa cuanto antes o mandarlo toda a la mierda y en consecuencia, una de dos:
o me das consejos de esos tuyos tan malos o me recomiendas libros que me cambien la vida, para perder (ganar) tiempo.
Me gustas cuando me impulsas a seguir a pesar de ese pánico al fracaso, cuando me repites que la valentía no es más que la conquista del miedo y no la ausencia del mismo.
Me gusta esta interminable distancia porque me hace valorar todo lo que quiero un poquito más aunque sin duda lo que más me gusta es tu querer como analgésico de mi rutina.
Pero hay algo que no me gusta nada y es no encontrar un verbo que defina correctamente cuánto y cuántas cosas me gustan de ti.


miércoles, 14 de diciembre de 2016

La rareza del querer

Querido tú: Gracias.

Gracias por cogerme de la mano sin saber a dónde te llevaría.
Por recogerme en pedazos y reconocer que buena parte de ellos no podrías reconstruirlos.

Por hacer mi dolor, tuyo.
Por quererme como lo haces.
Por permitirme crecer a tu lado, crecer juntos.
Por tu intentar mejorarme sin cambiarme.
Por evaporar parte de mis miedos.
Por regalarme la frescura de tu risa por teléfono a las tantas de la madrugada o por dejar que me la imagine siempre que no estás.
Por la intensidad de tu mirada y por atraparme entre tus pestañas.
Por ponerme tan nerviosa como lo haces y aun así suspirar por que sigas haciéndolo únicamente porque proviene de ti.
Por no aceptar que te quieran y así tener que demostrártelo cada día puesto que eso es el querer: más actos que palabras.
Por lo que dices y por lo que calla tu vergüenza. Por tu pretender saberlo todo y dejarme boquiabierta mientras se te dibuja esa media sonrisa de satisfacción.
Por tus lunares infinitos y por es media luna que dibujan tus labios cuando te hago cosquillas a la vida.
Por la rareza de tus pies y por el frío que dejan cuando te marchas de la cama.
Por ser tan grande y no querer verlo, por ser tal como eres.
No sabría describirte mejor que cómo lo hacen mis ojos por todo el tiempo que llevas reflejado en ellos.
Y por último gracias porque estoy viviendo el verano más largo de toda mi vida.


martes, 22 de noviembre de 2016

Querido tú:

Déjame acurrucarme en tu pecho sin perder por un instante el palpito de tu risa que todo lo envuelve.
Regálame el aditivo de tu olor corporal o un par de palabras absurdas que me recuerden cada día que es lo que más me gusta de ti.
Permíteme soñar en tu piel o ser piel contigo cada una de estas mil y una noches próximas.
Concédeme el placer de inventarme rimas en el piano de tu abdomen cada madrugada y en cualquier hostal de mala muerte.
Tolérame arrancarte esas inseguridades tan tuyas y tan humanamente perfectas o esperarte sino en el rincón de tu mirada hundida hasta que decidas quedarte para siempre.
Acepta incluso que acabe con la tristeza escrita en tus ojos a besos, que son mucho más que palabras.
Y déjame quererte hasta que me harte de ti o bien hasta que nos hartemos juntos.


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