Martes 13
y la vida se encarga de hacerle un guiño a la ironía
mientras vuelcas tu risa en mis oídos sin lograr evitar otra recaída.
y la vida se encarga de hacerle un guiño a la ironía
mientras vuelcas tu risa en mis oídos sin lograr evitar otra recaída.
Si pudiera ser sincera conmigo misma por una vez en la vida,
te diría que los días no han
dejado de ser rutina,
una rutina vacía
y sin sentido,
pues ningún
recuerdo me abraza como lo hacía tu piel en cada latido.
Odio tener que acostarme una noche más,
con este frío que
dejas y por mera inercia :
para descubrir si
cuando despierte,
despierta conmigo
toda la ciudad por la fuerza que hacía nuestro amor
contra la precariedad
de una sociedad
egoísta,
inhumana
e incapaz de
amar.