Vuélame, quiéreme,
rómpeme. Hazme pedazos en esta cama.
Tira de mí,
despereza mis ganas de hacerte el amor.
Saca a pasear tus
miedos y los míos, anudando nuestros sueños pero nunca nuestras manos.
Baila conmigo,
hagamos de esta noche un vals interminable.
Estúdiame, ama
mis imperfecciones.
Cómeme a versos,
a mordiscos, amándome a ratos, o todo el tiempo, pero de verdad, que sea de
verdad.
Sé libro, poesía,
pintura, café o canción, pero sé arte. Siempre arte.
Sé tangible o
imposible, pero sé algo.
Llámame, pero no
por teléfono sino a gritos por las calles de Madrid.
Quítame la pena a
orgasmos, a gemidos, a corridas.
Y dame diez
razones para odiarte, que para quererte ya tengo suficientes.