miércoles, 14 de diciembre de 2016

La rareza del querer

Querido tú: Gracias.

Gracias por cogerme de la mano sin saber a dónde te llevaría.
Por recogerme en pedazos y reconocer que buena parte de ellos no podrías reconstruirlos.

Por hacer mi dolor, tuyo.
Por quererme como lo haces.
Por permitirme crecer a tu lado, crecer juntos.
Por tu intentar mejorarme sin cambiarme.
Por evaporar parte de mis miedos.
Por regalarme la frescura de tu risa por teléfono a las tantas de la madrugada o por dejar que me la imagine siempre que no estás.
Por la intensidad de tu mirada y por atraparme entre tus pestañas.
Por ponerme tan nerviosa como lo haces y aun así suspirar por que sigas haciéndolo únicamente porque proviene de ti.
Por no aceptar que te quieran y así tener que demostrártelo cada día puesto que eso es el querer: más actos que palabras.
Por lo que dices y por lo que calla tu vergüenza. Por tu pretender saberlo todo y dejarme boquiabierta mientras se te dibuja esa media sonrisa de satisfacción.
Por tus lunares infinitos y por es media luna que dibujan tus labios cuando te hago cosquillas a la vida.
Por la rareza de tus pies y por el frío que dejan cuando te marchas de la cama.
Por ser tan grande y no querer verlo, por ser tal como eres.
No sabría describirte mejor que cómo lo hacen mis ojos por todo el tiempo que llevas reflejado en ellos.
Y por último gracias porque estoy viviendo el verano más largo de toda mi vida.


martes, 22 de noviembre de 2016

Querido tú:

Déjame acurrucarme en tu pecho sin perder por un instante el palpito de tu risa que todo lo envuelve.
Regálame el aditivo de tu olor corporal o un par de palabras absurdas que me recuerden cada día que es lo que más me gusta de ti.
Permíteme soñar en tu piel o ser piel contigo cada una de estas mil y una noches próximas.
Concédeme el placer de inventarme rimas en el piano de tu abdomen cada madrugada y en cualquier hostal de mala muerte.
Tolérame arrancarte esas inseguridades tan tuyas y tan humanamente perfectas o esperarte sino en el rincón de tu mirada hundida hasta que decidas quedarte para siempre.
Acepta incluso que acabe con la tristeza escrita en tus ojos a besos, que son mucho más que palabras.
Y déjame quererte hasta que me harte de ti o bien hasta que nos hartemos juntos.


Resultado de imagen de pareja bañera tumblr

Cuestión de prioridades

Nunca más te diré que te quiero ni que te echo de menos a rabiar. 
No volverás a verme poner esa media sonrisa que tanto te gusta mientras te dedicas a estudiarme. Olvídate de mi y mi querer.
No estoy dispuesta a volver a hundirme en el reflejo de tus ojos antes de estar segura de que eres lo mejor que te ha pasado en la vida. Que te valoras más que nadie. Y que nunca y repito, nunca, te vas a fallar. Necesito saber que te cuidarás porque no estoy preparada para quererte si no lo has hecho tú primero. 

viernes, 3 de junio de 2016

Querido tú:

Vuélame, quiéreme, rómpeme. Hazme pedazos en esta cama.
Tira de mí, despereza mis ganas de hacerte el amor.
Saca a pasear tus miedos y los míos, anudando nuestros sueños pero nunca nuestras manos.
Baila conmigo, hagamos de esta noche un vals interminable.
Estúdiame, ama mis imperfecciones.
Cómeme a versos, a mordiscos, amándome a ratos, o todo el tiempo, pero de verdad, que sea de verdad.
Sé libro, poesía, pintura, café o canción, pero sé arte. Siempre arte.
Sé tangible o imposible, pero sé algo.
Llámame, pero no por teléfono sino a gritos por las calles de Madrid.
Quítame la pena a orgasmos, a gemidos, a corridas.
Y dame diez razones para odiarte, que para quererte ya tengo suficientes.


viernes, 20 de mayo de 2016

Surrender.

She reads a book from across the street
Waiting for someone that she'll never meet
Talk over coffee for an hour or two
She wonders why I'm always in a good mood

Killing time before she struts her stuff
She needs support and I've become the crutch
She'll never know how much she means to me
I'd play the game but I'm the referee.


sábado, 7 de mayo de 2016

¿Que harás Allie?

- ¿Qué harás Allie?
- No lo sé...
- ¿Volvemos a eso?, ¿hemos vuelto allí?, ¿qué pasa con estos días? Han ocurrido, ¿sabes?
- Sé que han ocurrido y han sido maravillosos pero también han sido irresponsables. ¡Mi prometido está esperándome en el hotel y se quedará destrozado cuando se entere de lo que he hecho!
- Así que haces el amor conmigo y luego decides volver con tu marido, ¿es ese tu plan? ¿Fue un examen que yo no aprobé?
- ¡No! Le hice una promesa a un hombre, él me dio un anillo y yo le di mi palabra. 
- Tu palabra ya no vale casi nada, ¿no crees? 
- Yo no... ¡no lo sé!, lo sabré cuando hable con él. 
- No se trata de cumplir tu promesa, ni tampoco de seguir a tu corazón... es de tu seguridad. 
- Bien, ¿y eso qué significa? 
- ¡Dinero! 
- ¿De qué estás hablando? 
- ¡Él tiene mucho dinero! 
- ¡Ahora te odio maldito bastardo!
- Yo también te odio, si te vas te odiaré. ¡Te odiaré si te vas de aquí! 
- Tú no has prestado atención a nada de lo que esta pasando, ¿verdad? 
- Supongo que no, debo de haber malinterpretado todas esas señales. 
- Sí, supongo que sí. 
- Estás aburrida, estás aburrida y lo sabes. No estarías aquí si no te faltara algo. 
- Arrogante hijo de puta. 
- ¿Te quedarás conmigo? 
- ¿Quedarme contigo?, ¿para qué?, ¿para estar siempre discutiendo? 
- Eso es lo que hacemos, discutir. Tú me dices cuando soy un maldito arrogante y yo te digo cuando das mucho la tabarra, y lo haces el 99% del tiempo. Sé que no puedo herir tus sentimientos, porque tienen un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga. 
- ¿Entonces qué? 
- Pues que no será fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre. Tú y yo, todos los días...¿Harías algo por mí?, por favor, imagina tu vida dentro de 30 o 40 años, ¿cómo la ves? Si es junto a ese hombre vete, ¡vete!, te largaste una vez y lo soportaré otra si creyera que es lo que quieres. Pero jamás tomes la vía fácil. 
- ¿A qué vía te refieres? No hay ninguna vía fácil, haga lo que haga alguien acabará sufriendo. 
- ¿Podrías dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero y lo que él quiere y lo que tus padres quieren. ¿Tú qué quieres? 
- (niega con la cabeza) 
- Vamos... ¿qué quieres? 
- No es tan sencillo 
- Te repito qué es lo que quieres. Maldita sea ¿qué quieres? 
- Tengo que irme.


Extracto de la película: El diario de Noah.




martes, 12 de abril de 2016

Contrastes.

 Es como comparar el cine con el teatro, el disco con el concierto, la película con el libro, un amor pasajero con un 'te quiero' al oído.
 Y dicen que está perdida... viendo teatro; gastando en entradas; leyendo libros y diciendo te quiero. 
 Es como comparar la apariencia con la verdad.
 Como compararla a ella con el resto del mundo. 
Está perdida.

martes, 5 de abril de 2016

La marea.

Los dos echamos cuentas. Kelly llegó a una conclusión. 
Supo... que tenía que olvidarme, y yo también. Que la había perdido, porque nunca podría salir de aquella isla. Moriría allí, totalmente solo. Me pondría enfermo o me haría daño con cualquier cosa. Lo único que podía elegir... lo único que podía controlar... El cómo, el cuándo, y dónde iba a pasar, así que fabriqué una cuerda y subí hasta aquella cima para ahorcarme. Pero tenía que probarlo, claro... ya me conoces. Y el peso del tronco rompió la rama, el árbol... Así que ni siquiera pude matarme como yo deseaba, no tenía poder... sobre nada. Fue entonces cuando una sensación me envolvió como una cálida manta. De algún modo entendí que tenía que sobrevivir, como fuera. Tenía que seguir respirando, aún sin motivo para la esperanza.
 La lógica me decía que no volvería a ver este lugar de nuevo. Y eso es lo que hice, sobreviví, seguí respirando. Y un día esa lógica resultó estar equivocada, porque la marea trajo una vela con que navegar. 
Y aquí estoy, de vuelta, en Memphis, hablando contigo. Tengo hielo en mi vaso... y he vuelto a perderla otra vez. Estoy muy triste por no tener a Kelly, pero me alegro de que estuviera conmigo en aquella isla. 
Y ahora sé lo que debo hacer, seguir respirando. Porque mañana volverá a amanecer, y quién sabe que traerá la marea.



Extracto de la película: Náufrago.